Los residuos urbanos representan todo un desafío para administraciones públicas y usuarios. Al mismo tiempo, su tratamiento cuenta con ciertas ventajas respecto a otros tipos de desechos. El reciclaje de residuos en hogares, centros de trabajo y espacios públicos, y los puntos localizados para su depósito/recogida han optimizado notablemente la logística, gestión, aprovechamiento y rentabilidad de los mismos. Las oportunidades generadas por los residuos urbanos están directamente relacionadas con la economía circular. Frente al sistema lineal de usar y tirar, el modelo circular de los residuos urbanos trata de mantener en el ciclo productivo el mayor tiempo posible los bienes y reducir el desperdicio alimentario. En definitiva, reducir la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero.
Tipos de residuos urbanos
Existen 4 grandes tipos de residuos: residuos industriales, agrícolas, residuos sanitarios y los residuos sólidos urbanos (también conocidos como RSU). Estos últimos son todos aquellos residuos no peligrosos generados en hogares, comercios, oficinas y servicios que desarrollan su actividad en cualquier tipo de establecimiento. Asimismo, se integran en esta definición los derivados de la limpieza de las vías públicas, zonas verdes y playas.
En la actualidad, se recogen separadamente papel, plástico y envases, residuos orgánicos, vidrio y aceites industriales. También se consideran residuos urbanos los muebles y enseres además de residuos de construcción y rehabilitación. Además de la tradicional fracción resto, el ámbito doméstico es también generador de residuos textiles y algunos residuos urbanos peligrosos como aceites de vehículos, baterías, residuos electrónicos y eléctricos, medicamentos, disolventes, barnices, pinturas, lámparas fluorescentes y bombillas. Con el fin de alcanzar una economía circular y evitar la contaminación por los residuos urbanos, las normas son cada vez más restrictivas. La Ley de residuos y suelos contaminados de 2022 incorpora directivas europeas a este respecto y obliga a los municipios a la recogida separada de todos los residuos a partir de 2025.
Control de los residuos urbanos
No solo los residuos peligrosos representan un riesgo para la salud y la vida en el planeta. En general, no realizar una gestión adecuada de todos los residuos urbanos conlleva daños ambientales y pérdidas económicas cuantiosas. Sin duda, la valorización y reciclaje de los residuos urbanos representa una extraordinaria fuente de riqueza. A este respecto, muchas ciudades ya han adoptado las directivas europeas que obligan a la recogida selectiva de los biorresiduos o residuos orgánicos. Esta estrategia resulta enormemente eficaz y en cuestión de volumen representa una gran parte de toda la gestión de residuos urbanos.
El Ministerio de Transición Ecológica estima que las emisiones de los vertederos constituyen más del 80% del total de todos los residuos urbanos (2014). A su vez, los residuos orgánicos urbanos forman parte de aproximadamente la mitad de todos los desechos en el ámbito municipal. Proceden de restos de comida, vegetales y poda y todos ellos son 100% aprovechables. Con una metodología eficiente que no requiere de grandes inversiones se obtiene con los residuos urbanos orgánicos compost de calidad y biogás.
Equipos de reciclaje para la selectiva de residuos urbanos
Hoteles, tiendas, restaurantes, supermercados, campus universitarios y museos, entre otros establecimientos, realizan un primer tratamiento de los desechos en sus propias instalaciones, que consiste en separar y minimizar su volumen. Este pequeño gesto mejora la logística y el almacenamiento interno de los residuos de la organización, y facilita su traslado y posterior reciclaje. Además, es una fuente de ingresos para la propia entidad productora del residuo. Para ello, disponer del equipamiento de reciclaje específico es fundamental, también en los puntos limpios y estaciones de transferencia.
En LEANpio contamos con una amplia experiencia y catálogo de soluciones a medida para la gestión de residuos sólidos urbanos:
- Alquiler de prensas de residuos. Se trata de la opción más rentable y sostenible, pues permite disponer siempre de la maquinaria acorde a las necesidades del momento, rentabilizar los desechos y reducir las emisiones contaminantes. Una solución para cada tipo de material: compactadoras de cartón, compactadoras de plástico, compactadoras de basura, compactadoras de latas, trituradoras de vidrio, de residuos orgánicos, de poliestireno, y otros.
- Bolsas de basura industriales Longopac. Longopac es un exclusivo sistema de reciclaje que se caracteriza por el diseño único de su bolsa, un rollo continuo de hasta 135 m de longitud –extremadamente fino y resistente, fabricado con un 50% de plástico reciclado– que permite una manipulación segura, higiénica y sostenible de los desechos. Al mismo tiempo, gracias a los cambios flexibles de bolsa es posible reducir hasta un 80% la huella de carbono de la organización.
- Compostadores industriales. Los innumerables beneficios del compostaje en entornos de proximidad e in situ lo han convertido en una práctica cada día más extendida en España. Comunidades de vecinos, administraciones locales, restaurantes, centros comerciales, aeropuertos, cantinas de empresas… son solo algunos ejemplos donde ya se benefician de nuestros equipos de compostaje.
Residuos urbanos y economía circular
Son muchas las ciudades que llevan años implementando medidas para ser más sostenibles y, en todas ellas, la gestión de residuos sólidos urbanos es una pieza clave. Queda patente, por tanto, que el control de los residuos urbanos son un nuevo y valioso recurso para mejorar la salud de nuestro planeta y, por ende, la nuestra propia. Sobre ellos se sustenta gran parte del nuevo paradigma económico de la circularidad. Los objetivos son claros: minimizar la emisión de gases de efecto invernadero, mantener los bienes en el ciclo productivo el mayor tiempo posible y resolver la demanda energética.
Para llegar a un sistema de gestión de residuos eficiente se requiere un ambicioso plan que incluya:
- El compromiso activo de la ciudadanía.
- Sistema eficiente de recogida, trazabilidad, separación y caracterización de los residuos urbanos.
- Infraestructuras adaptadas a la complejidad de los residuos urbanos.
- Incentivos fiscales y financiación adecuada para la gestión de los residuos urbanos.