No por ser micros son menos dañinos. En realidad, la cuestión de los microplásticos no necesita de lentes macros para ver su alcance. Si bien existe cierto debate sobre qué son los microplásticos, el tamaño sí importa cuando se trata de cuantificar su impacto en todo el ecosistema. Los microplásticos y nanoplásticos son una auténtica plaga silenciosa en el agua dulce y salada. Todo ello plantea la necesidad urgente de gestionar eficientemente los residuos plásticos para mitigar su efecto negativo en el medioambiente y la salud.
Microplásticos: dónde se encuentran
Si pudiéramos ampliar el tamaño de los microplásticos, nos daríamos cuenta de cómo estos inundan por millones los cielos, las aguas y los bosques. Obtendríamos así imágenes tan alarmantes como la de la llamada isla de la basura plástica. También conocida como el continente de plástico, esta se encuentra flotando en el Pacífico entre Hawaii y California. Según un estudio de la revista científica Nature de 2018, este es el oceánico mayor del mundo, con una extensión 3 veces el tamaño de Francia. Sin embargo, estos datos no son los más impactantes. Su mayor extensión no se ha configurado a base de macro residuos, sino por la degradación procedente de estos: los microplásticos. De esta forma podemos entender cómo se producen los microplásticos y cuál es su paradoja. A pesar de la enorme superficie ocupada por ellos, un satélite no podría captar su imagen dadas sus milimétricas dimensiones.
Pero los microplásticos en el mar no son la única amenaza real para el medio ambiente. El oleaje y el viento levantan grandes cantidades de microplásticos que pasan al aire atmosférico. Igualmente, científicos del Instituto Noruego de Investigación del Aire (INIA) han encontrado toneladas de ellos en el aire, procedentes del rodamiento de los neumáticos. Por supuesto, los microplásticos también contaminan el agua dulce, ya que sus sustancias químicas se filtran a las aguas subterráneas.
¿Qué se puede hacer con los microplásticos entonces? Estos nocivos polímeros son insolubles y se encuentran mezclados con lodos, arena y tierra. Además, su carácter multicapa resulta muy difícil de reciclar por lo que apenas existen estrategias para procesarlas. Sin embargo, una solución que se está demostrando eficaz en el reciclaje de plásticos multicapa es la planta de pirólisis WASTX Plastic. La tecnología de WASTX Plastic es capaz de reciclar estos plásticos complejos, devolviéndolos a la cadena de producción como materia prima secundaria (aceite pirolítico).
Microplásticos: definición y tipos
Los microplásticos son pequeños trozos de plástico –en su mayoría multicapa– que quedan suspendidos en superficies, el aire o el agua. Estas partículas de plástico son el resultado de un irresponsable tratamiento y/o eliminación de los productos post consumo y de algunos residuos industriales.
Existen dos tipos de microplásticos:
- Los microplásticos primarios, que ya han sido concebidos con un tamaño concreto. Son el ingrediente, por ejemplo, de algunos productos de higiene personal y cosméticos.
- Los microplásticos secundarios son aquellos que se desprenden de otros por efecto de la erosión.
La Administración Nacional oceánica y atmosférica (NOAA) de Estados Unidos ha establecido un parámetro para definir qué son los microplásticos. Sus medidas han de ser menores de 5 mm. Por su parte, los nanoplásticos se refieren a partículas entre 1 y 100 nanómetros (1 nm = 1 millonésima parte de 1 metro).
Cómo afectan los microplásticos al medio ambiente
Los microplásticos son ingeridos por múltiples especies, que los confunden con su alimento. Dado que no son biodegradables, se alojan en su sistema digestivo. Tal es el caso de los microplásticos en los peces. Las aves y las tortugas también los ingieren por accidente mientras otras consecuencias de los microplásticos inciden en la vida terrestre de lombrices y ácaros. La degradación de las botellas de plástico, por ejemplo, libera al agua ftalatos que contaminan el agua potable. Todos estos elementos tóxicos provenientes de los microplásticos pasan a la cadena alimentaria y se concentran en todo tipo de organismos, también en los de los humanos.