Mucho antes de que reciclar se convirtiese en un asunto central de las actividades humanas, existía el reciclaje de acero. El reciclaje del acero es un proceso industrial que permite transformar cualquier pieza de este metal, sin importar su tamaño u origen, para darle un nuevo uso. Su valor está presente en numerosas frases hechas y refranes. “Tener nervios de acero” o “si el corazón fuera de acero, no le vencería el dinero” muestran su gran protagonismo durante generaciones, además de cualidades enormemente resistentes. Si bien por su tradición el reciclaje de acero no se menciona tan a menudo como el de otros materiales, su reutilización es infinita. Paralelamente, su producción se realiza bajo medidas de respeto al entorno y de empleo sostenible de los recursos. Descubrimos a continuación en qué consiste el reciclaje de acero y sus beneficios para la economía circular.
Proceso del reciclaje de acero
Según la Asociación Ecológica para el Reciclado de Acero, Ecoacero, el acero es el material más reciclado del mundo. Con esta afirmación queda resuelta una duda que a veces el consumidor medio se pregunta: ¿el acero se puede reciclar? No solo acero y reciclaje van de la mano desde siempre, sino que esta actividad es una de las más importantes del sector.
Realmente con el reciclaje de acero se consigue una extraordinaria rentabilidad económica y medioambiental. Esto es porque todos los productos de acero se pueden reciclar y en su proceso se obtiene el mismo material sin apenas desperdicios. De hecho, Ecoacero estima que un 75% del acero fabricado en España proviene de la reutilización de la chatarra. Por eso, es probable que cualquier objeto cotidiano de nuestro hogar como ollas o sartenes, contengan acero reciclado centenario.
Una de las grandes ventajas del reciclaje de acero es que, aunque su desecho no se realice selectivamente, su material es fácilmente recuperable. Frente a otros bienes, las propiedades magnéticas del acero permiten su captación de entre otros residuos mediante electroimanes. Por supuesto, el acero también se separa en origen, dando lugar a 3 tipos de chatarra: obsoleta, industrial y doméstica (término que hace referencia a su generación en las propias acerías). Tras su valorización y clasificación, la chatarra de acero se volverá fundir y purificar para volverse a utilizar. Es el caso, por ejemplo, del acero de construcción para reciclaje, como ocurre en la demolición de edificios e infraestructuras.
En definitiva, el proceso de reciclaje de acero tiene múltiples usos. Todos ellos están en función de los tipos de acero que vayamos a reutilizar o crear de nuevo. La industria emplea unas 5.000 calidades de acero distintas para multitud de aplicaciones. Uno de los tipos más conocidos es el acero inoxidable. Además de sus indudables cualidades como material, el acero inoxidable es reciclable al 100%.
Prensas para el reciclaje de acero
El informe IRIS de 2013 de la industria siderúrgica española afirma que, por cada tonelada de acero reciclada, se evita aproximadamente la extracción de tonelada y media de hierro, el uso de un 85% de agua, un 80% de energía y un 95% de carbón. A pesar de que España está entre los países líderes en reciclaje de acero de la UE, aún existe margen de mejora. Más si se tiene en cuenta que cada envase de acero reciclado supone un ahorro de una vez y media su peso en dióxido de carbono.
¿Cómo colaborar desde nuestra empresa a la reducción de la huella de carbono? En LEANpio ofrecemos soluciones in situ para el reciclaje de acero. La prensa V65 está diseñada para plantas de reciclaje en las que sea necesario compactar metales y acero procedentes de aparatos eléctricos y electrónicos. La potente prensa V65, una de nuestras compactadoras de residuos, es capaz de compactar hasta 65 toneladas de una sola vez, lo que supone un gran ahorro de espacio de almacenamiento y costes de transporte.